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La democracia en el ADN de las ticas y los ticos

  • Foto del escritor: Kiara  Morales
    Kiara Morales
  • 2 abr
  • 3 Min. de lectura

La más reciente encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), realizada entre el pasado 24 y el 27 de marzo del presente año, nos dice que la mayoría de las ticos y de los ticos seguimos apoyando la democracia como el sistema político en el que queremos vivir.


Ante la afirmación "la democracia costarricenses es obsoleta, ya cumplió su vida útil y es necesario reemplazarla", el 58% está en desacuerdo con esta afirmación, en tanto un 39% manifiesta estar de acuerdo y un 3% no toma posición. ¿Quiere esto decir que ese 58% de las personas que apoyamos la democracia creamos que tenemos en el país un sistema político que no requiere cambios? Aunque la encuesta no midió este aspecto específico, es evidente que la respuesta sería que no.


Es evidente que hay un descontento válido en la mayoría de la población porque, sobre todo en las últimas décadas, nuestra democracia no ha resuelto los principales problemas del país, porque hay un sentimiento justificado de que la mayoría de las instituciones públicas han estado al servicio de grupos privilegiados del poder político y económico, y no al servicio de la mayoría, por los altos índices de corrupción en la función pública, porque la justicia no es pronta ni cumplida, por el deterioro en la salud y la educación pública y por el enorme deterioro en la seguridad ciudadana.


Lo que nos dice ese 58% es que, a pesar de que tenemos una democracia imperfecta, a pesar de que debemos hacer un cambio profundo en nuestra institucionalidad para poner el Estado al servicio de la ciudadanía y no al servicio de las élites política y económicas, las ticas y los ticos queremos y sabemos que ese cambio debemos hacerlo EN DEMOCRACIA.


Ese 58% de la población rechazamos claramente las pretensiones de instaurar en el país un régimen autoritario, nos oponemos a quienes quieren gobernar sin respetar el Estado Social de Derecho, a quienes pretenden que la persona que ejerce la Presidencia de la República no se someta a las leyes.


Ante la afirmación "el Presidente debería obedecer las sentencias judiciales, aunque vayan en contra de lo que quiere el gobierno", nuevamente el 58% de la población está de acuerdo en que la persona que ocupa la presidencia de la República debe de someterse a las resoluciones judiciales. No se trata de volver al pasado, ni se trata de defender un Statu Quo que, como dijimos, no solo no resuelve los principales problemas del país, sino que además ha servido para favorecer a élites políticas y económicas corruptas.


Se trata de atrevernos a realizar los cambios profundos que necesitamos para construir una Costa Rica más segura, con mejor salud y educación pública, una Costa Rica más equitativa, bajo los principios democráticos que forman parte de nuestro ADN:


  • En la que podamos caminar con libertad sin miedo ante la ola de asesinatos producto del crimen organizado.

  • Con garantía del derecho a disentir sin sufrir persecución política por eso.

  • Capaz de resolver las diferencias por la vía del diálogo y la consecución de acuerdos a pesar de las diferencias.

  • En la que se respeta la división de poderes.

  • En la que las autoridades políticas se someten al ordenamiento jurídico y respetan el Estado de Derecho.

  • En la que se respetan todos los derechos humanos de todas las personas.

  • En la que las instituciones públicas están al servicio de la ciudadanía.

  • En la que nuestras hijas y nuestros hijos tengan acceso a una educación pública de calidad.

  • En la que las futuras generaciones tengan la garantía de la seguridad ambiental.


Por Omar Jiménez Camareno

Presidente adn

 
 
 

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